Según palabras de Paul Auster: «Nos convertimos en la historia que nos contamos sobre nosotros mismos». Seguramente la historia que te has contado esté teñida de alcohol ya que lo que te bebes son las emociones y eso hace que tu relación contigo mismo esté alterada y sea borrosa. Somos conscientes de que vives haciendo un esfuerzo extraordinario para ocultar lo que sientes, por eso hemos creado la terapia de grupo on-line 9 meses sin beber, para que aprendas a hacer tu vida más fácil y a construir un futuro digno de ti.

El rol del bebedor

A través del consumo has asumido un rol, representas un personaje con el que crees proteger tu vulnerabilidad, sin embargo, es precisamente el alcohol lo que aumenta tu fragilidad; de hecho, si observas tu comportamiento verás que antes de la primera copa crees poder controlar la ingesta, pero a partir del primer trago la adicción se adueña de ti.

Esta terapia conlleva el compromiso de abstinencia, lo que no quiere decir que la apetencia no vaya a aparecer, sino que te facilitaremos los medios para que puedas localizar los momentos en los que te resulta más difícil manejar las emociones y el espacio para hablar de ellas en las sesiones de grupo de modo que aprendas a canalizarlas, a gestionarlas y a darte la libertad de ser tú mismo.

Cambiar de rol no será sencillo porque estás acostumbrado a actuar para recibir la aceptación de los demás; a través de las sesiones de grupo, te darás cuenta de que tu autoestima no depende de la aprobación de otros, sino de que te aceptes tú, de modo que darás voz al adulto que hay en ti para que ayude a crecer saludablemente al niño que escondes en la bebida.

El amor propio

Las situaciones emocionales de riesgo son aquellas que hacen que te sientas inferior, atacado, menospreciado; con la terapia de grupo lograrás convertir mentalmente las situaciones de riesgo en situaciones aburridas, entendiendo que, aunque haya personas que te caigan mal, tú puedes negarles el permiso de que te pongan mal y se conviertan en un peligro para ti.

Será fundamental para tu recuperación que evites estas situaciones pues, como adicto, sufres de falta de amor por ti mismo y el hecho de infravalorarte podría conducirte a beberte la tristeza; una de las cosas que tendrás que aprender es que tú eres querible y que es a algunos otros a quienes les falta la capacidad de amar.

A fuerza de compromiso de abstinencia, asistencia a las sesiones y práctica diaria de amor propio, tu comportamiento se irá transformando, huirás de los cantos de sirena del alcohol y te tratarás como te mereces, pues tendrás claro que si te quieres lo suficiente no volverás a actuar como actuabas.

Tú tienes el poder

Te conoces mejor que nadie y, así como sabes sobradamente los motivos que te llevan a consumir, eres quien más fuerza tiene para pedirte a ti mismo no hacerlo. Si has intentado dejar de beber por tu cuenta y has recaído es porque no tenías el apoyo suficiente y, posiblemente, porque en realidad no habías renunciado al consumo. 

Desde tu estado de sobriedad ¿qué le dirías a tu «yo consumidor» para que no consuma? Habla contigo, cuéntate los motivos que te hicieron tomar la decisión de dejar de beber y las emociones que te conducen a hacerlo; es importante que superes la necesidad de consumir, tú tienes las riendas de tu responsabilidad y de tu fragilidad.

Mediante la terapia de grupo aprenderás a meter en un saco lo suficientemente sólido todos los componentes que te condujeron al compromiso con la abstinencia para, de eso modo, evitar la recaída, pues, aunque podrás levantarte de ella, tu recuperación será más efectiva y contundente con una experiencia de abstinencia continuada.

León Tolstói dijo: «Hay muchos tipos de conocimiento, pero hay uno que es mucho más importante que los demás, el conocimiento de cómo aprender a vivir, y ese conocimiento muchas veces se menosprecia». No te consientas recaer, no menosprecies el aprendizaje de vivir en abstinencia porque vida solo hay una y es para siempre.