Las adicciones conducen a un desorden generalizado tanto físico como mental. Esta situación desemboca en el empeoramiento de la calidad de vida. Además de dar el paso y dejar el alcohol, debemos reestablecer este equilibrio cambiando nuestra rutina y quizás aportando cosas nuevas que nos ayudarán en nuestra cruzada contra la bebida. Las técnicas de relajación son una de las alternativas que tienen por objetivo devolvernos el bienestar físico y emocional aportando equilibrio y paz. Poniéndolas en práctica aprenderemos a auto controlar aquellos impulsos negativos que inducen al alcoholismo.

Importancia de las técnicas de relajación


Las técnicas de relajación son de tipo cognitivo conductual, ya que con ellas se evalúa la capacidad de eliminar la ansiedad y a moderar o eliminar el deseo de consumir de alcohol. Por lo general dichas técnicas se emplean comúnmente como parte de la terapia para pacientes alcohólicos, sobre todo para aquellos que presentan síndrome de abstinencia y que por tanto llegan a tener dependencia física en un grado mayor. Este nos es nuestro caso, ya que en MMS nos dirigimos a personas que conviven con el alcohol y que quizás han llegado a la conclusión de que quieren moderar su consumo o incluso dejarlo por un tiempo.

El objetivo último de las técnicas de relajación es luchar contra el estrés, la depresión, la inseguridad personal… y recuperar de esta manera el equilibrio entre cuerpo y mente. Una vez cumplido, ayudará a personas que puedan considerarse próximas a ser alcohólicas a aumentar su armonía emocional y mejorar su autoestima. De este modo podrán enfrentarse al reto de desde el positivismo y con la mejor voluntad. Del mismo modo, podrá conseguir un mayor nivel de concentración, memoria y rendimiento intelectual. Con esta nueva actitud será capaz de afrontar su vida cotidiana ante diversas situaciones o problemas.

En qué se basa la relajación


Estas técnicas se fundamentan en la respiración, que es el principal mecanismo en las interacciones cardiorrespiratorias del control nervioso. Pero del mismo modo debemos tener en cuenta el ambiente que escogemos para ponerlas en práctica. Nos va a servir de estímulo un lugar tranquilo y agradable. También es recomendable usar vestimenta cómoda, de tal forma que no apriete y que por ello no se pierda la concentración. Generalmente se requiere estar tumbado o bien sentado con las piernas cruzadas. Lo que se trata de buscar es el silencio y una completa serenidad.

Independientemente de la técnica de relajación que se emplee para dejar el alcohol, lo más común es avanzar por este camino durante seis u ocho sesiones. Durante las sesiones se recomienda emplear una voz lenta, pausada, agradable, con la que interiorizar instrucciones que ayuden a alejarse de lo que nos inquieta (alcoholismo) y convencerse de su propia fuerza y confianza para conseguirlo. Se trata de autosugestionarse a través de la sensación de pesadez y calor en las extremidades. Los cambios fisiológicos de las técnicas de relajación para alcohólicos se comprobarán en la eliminación del dióxido de carbono, en la disminución del consumo de oxígeno y en la frecuencia respiratoria.

Tipos de técnicas


Existe una diversidad de técnicas de relajación para dejar el alcohol. Desde las más básicas y simples, como caminar, la jardinería o escuchar música clásica; hasta aquellas que exigen una mayor concentración y disciplina. Entre las más populares se encuentran las siguientes:

Meditación. Esta práctica milenaria implica el entrenamiento de la mente y la inducción de un estado de conciencia. Se consigue a través de diferentes variantes, desde la observación de la propia respiración hasta la visualización de algún pensamiento positivo o imagen evocadora que permitan dejar la mente en blanco.

Yoga. Es otra de las técnicas de relajación más populares que, en este caso, se define por el control del cuerpo y mente a través de la respiración y posturas físicas. A su vez existen ocho ramas del yoga que cualquiera de los pacientes alcohólicos puede practicar.

Taichí. En este caso nos referimos a una de las técnicas de relajación para alcohólicos que requiere de un mayor movimiento físico. Es un tipo de arte marcial que ha evolucionado hacia una práctica físico-espiritual. Hablamos de una técnica de meditación en movimiento.

Sonoterapia. En cambio esta técnica de relajación para dejar el alcohol involucra puros sonidos como tratamiento alternativo. Normalmente se emplean cuencos tibetanos o de cuarzo y varillas que han sido afinadas a ciertas frecuencias. También pueden utilizarse voces y cantos armónicos.

Relajación muscular progresiva de Jacobson. Este médico estadounidense halló en la primera mitad del siglo XX una de las técnicas de relajación más recurridas. Consiste en ir tensando y relajando los distintos músculos del cuerpo de manera progresiva, en sucesivas secuencias, alternándolo con respiración profunda.

Pilates. Se trata de un sistema de ejercicio tanto físico como metal, a medio camino entre las técnicas de relajación y el fitness, si bien ambos aspectos son claves para dejar de beber. Este método trabaja los músculos internos, controlados además a través de la mente, y así mantener el equilibrio corporal.

Completa tu terapia


Las diferentes técnicas de relajación para alcohólicos contribuyen a lograr una vida ordenada, saludable y alejada de las adicciones. Es altamente recomendable completar ese objetivo con un tratamiento de autorreflexión como el que desarrolla MMS. A través de nuestra terapia podrás poner a prueba tu dependencia con el alcohol, y comprobar si realmente es prescindible en tu vida.

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