Las adicciones como el alcohol a menudo no vienen solas. Las cargas familiares, el fracaso en los estudios, las malas compañías… Son causas del alcoholismo que tienen un mayor trasfondo que beber por puro placer. Alfonso acudió a Santiago Rotaeche con este cuadro psicológico. Había caído en un abismo sin fondo del que no podía salir solo, y pidió su ayuda. En la actualidad nuestro paciente disfruta de una vida plena tras dejar el alcohol. Pero para llegar a ese punto ha tenido que pasar por una dura evolución.
La máscara del alcohol
Nuestro paciente se sintió durante mucho tiempo maniatado por la bebida. Dejó de tener los pies en el suelo, de modo que cada vez que tomaba una copa emprendía el vuelo hacia un mundo de fantasías. Así fue como iba creándose una serie de expectativas que realmente eran locuras. Llegó un momento que ya no necesitaba de nadie que le acompañara en sus adicciones, de tal manera que se fue aislando.
El alcoholismo afectó bastante a su vida personal y profesional. Sin embargo Juan Carlos quería maquillar este problema y no se le ocurrió otra solución que seguir bebiendo. Sentía la necesidad de tomar alcohol antes incluso de ir al trabajo. Sin los efectos alcohólicos sabía que sus compañeros se darían cuenta de su síndrome de abstinencia, y no quería que le vieran temblar y pasarlo mal.
La mayor parte de nuestros pacientes acuden a nuestro centro de rehabilitación del alcohol con una adicción que comenzó en la adolescencia. Alfonso tampoco esperó a la mayoría de edad para entregarse de lleno a los hábitos alcohólicos. A pesar de darse cuenta pronto del problema, lejos de plantearse dejar el alcohol, abrió sus brazos a las adicciones. No quiso dejar de beber porque creía que el alcohol le aportaba todo lo que quería en ese momento. Y sin embargo cayó en una contradicción, la de llevar una doble vida.
Alfonso abandonó sus estudios universitarios sin que sus padres lo supieran. Les mintió hasta el punto de contarles que se había cambiado al turno de clases por la tarde, cuando en realidad iba con sus amigos a beber o a perder el tiempo en las salas recreativas. Construyó un mundo irreal durante mucho tiempo, porque hasta sus treinta años aún se esforzaba en disimular esa vida.
Nuestro paciente solía estar atento al reloj para calcular la hora en que debía llegar a casa sin levantar sospechas. A veces se sentía angustiado por situaciones de riesgo en las que su gran mentira estaba a punto de ser descubierta, como cuando se reunían personas conocedoras de sus adicciones con aquellas que lo ignoraban. Finalmente, Alfonso pudo mantener en secreto esa relación con el alcohol que le acabaría costando muchos disgustos.
Causas del alcoholismo
Como hemos comentado al principio de este artículo, muchos de los motivos que conducen al consumo abusivo del alcohol son de carácter emocional. En el caso de nuestro paciente, su origen se encuentra en la escasa afección familiar. Alfonso no tiene reparos en decir que jamás recibió cariño de sus padres, ni siquiera durante la infancia. Tal es el rencor que esta circunstancia ha generado en él que confiesa que, si les podía hacer la vida imposible durante su época de alcohólico, lo hacía sin remordimientos. Esa actitud agresiva es otro de los habituales síntomas del alcoholismo.
Tampoco ayuda el entorno social, más allá de la puerta de casa. Nuestro paciente sustituyó las aulas por las discotecas. La vida nocturna no fue únicamente otra de sus adicciones, sino que también la convirtió en su estilo de vida. Alfonso trabajó en varios locales de la noche como relaciones públicas. Ganaba dinero, se creaba una apretada lista de contactos, conocía a muchas chicas y, por supuesto, tenía acceso ilimitado a los productos alcohólicos. Había entrado en una espiral de adicciones que le tenía atrapado y engañado.
El daño es también propio
La situación crítica a la que había llegado nuestro paciente fue tal que poco a poco fue quitándose la venda. Hoy en día es consciente de que el alcoholismo le afectó en todas las facetas de su vida, llegando a perder muchas cosas por el camino. Entre ellas, su matrimonio. Lejos de que una relación sólida de pareja por fin le aportase estabilidad, Alfonso continuaba anteponiendo el alcohol a la familia que había creado y puso en peligro a sus propios hijos.
Nuestro paciente comenzó a verse en un espejo y no le resultaba agradable aquel fantasma en el que se había convertido. Se había dejado arrastrar tanto por los síntomas del alcoholismo que “pensaba que no era una persona digna de ser querida por nadie”. Con el tiempo, Alfonso se dio cuenta de que llevaba sobre las espaldas un profundo problema que llevaba a todas partes, incluso en los ¡diecisiete! trabajos que llegó a tener y perder.
El paso de dejar el alcohol
Las adicciones le condujeron a tocar fondo. No le resultaba suficiente saber que tenía un grave problema. Su clave para dejar el alcohol era plantarse cara a sí mismo y decidir con firmeza que debía hacerse cargo de él. Es el paso previo antes de pedir ayuda, para la cual se armó de mucho valor. Se dejó guiar por nuestros terapeutas para afrontar el alcoholismo y en la actualidad puede decir que esto le ha cambiado su vida por completo. En la abstinencia “aprendes a vivir de otra forma, entendiendo que era lo que te pasaba”.
Alfonso lleva cuatro años alejado del alcoholismo, con la gran satisfacción de tener la cabeza bien alta. Desde entonces puede estar orgulloso de todo lo que hace, de poder respetar sus propios valores y convertirse así en un ejemplo para otros alcohólicos y también para aquellas personas que son muy importantes para él. De una nula relación con su hermana ha procurado restablecer los lazos poco a poco. Aunque lleva una rutina como la de cualquier otro, asume esos conflictos diarios tal y como vienen, sin utilizarlos como excusa para consumir alcohol.
El tratamiento sigue en MMS
El proceso de Alfonso para dejar el alcohol no se detiene ahí. El tratamiento debe ser constante para no volver a caer en la tentación de las adicciones. Igual que le estamos ayudando, en Mucho Mejor Sin también te tendemos ese apoyo que necesitas para decir “basta” al alcoholismo. Somos un centro de rehabilitación del alcohol con presencia online, que se ajusta a tu horario.
¿Quieres Ayuda?
Estar sobrio me ha abierto un mundo completamente nuevo
David luchó contra la bebida, pero después de ser desafiado por un amigo lo dejó y no ha…
0 Comments4 Minutes
Story 10 | Ana: Ahora puedo socializar aunque no beba
La historia sobria de hoy es de Ana, una mujer de 45 años que vive en Valencia MMS:…
0 Comments12 Minutes
STORY 9 | MARÍA: HISTORIA DE UNA RECAÍDA RECUPERADA
MMS: ¿Cuánto tiempo llevas sobria? Maria: Esta vez llevo 7 años y medio sobria.…
0 Comments10 Minutes
¿Te apetece beber? Aquí tienes 3 cosas que puedes hacer en su lugar.
¿Te apetece beber? Aquí tienes 3 cosas que puedes hacer en su lugar. Siempre empezaba a…
ConsejosConoce MMSHistorias de Interés
0 Comments6 Minutes
Story 8 | Juan Carlos: Logré dejar el alcohol porque me acepté a mí mismo
Adicciones como la bebida suelen anular la personalidad de quien las padece. Los…
0 Comments6 Minutes
Story 7 | Rosa: Comencé a beber alcohol con 11 años
Muchos alcohólicos se agarran a la bebida como a un clavo ardiendo. Creen, de manera…
0 Comments7 Minutes
Story 6 | Raúl: El alcohol controlaba mis emociones y necesitaba ayuda
Hay una equivocada creencia de que el alcohol ayuda a olvidar los problemas. La pérdida…
0 Comments7 Minutes
Story 5 | Santiago Rotaeche: Hay una vida real más allá del alcohol
Podemos decir que alguien padece de alcoholismo, no cuando la bebida forma parte de su…
0 Comments7 Minutes
Story 4 | Daniel: Determinación y ayuda son claves contra el alcoholismo
A menudo no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes. Esta situación se da con…
0 Comments7 Minutes
STORY 2 | SONIA: Dejar de beber hizo que recuperara a mi familia
El alcoholismo es una de las adicciones que arrebata las mejores cosas de la vida. Muchos…
0 Comments8 Minutes