El consumo excesivo de alcohol no aparece de un día para otro, es un aprendizaje paulatino e involuntario que queda profundamente arraigado; en realidad, lo que el bebedor busca es apaciguar un dolor particularmente profundo, esconderlo incluso de él mismo, pero junto al dolor esconde también su auténtica esencia. 

La dificultad del consumidor para lograr sus metas es que el alcohol desvirtúa todos los proyectos, confunde sus neuronas y apaga las luces de la esperanza que iluminan el camino del futuro a la vez que alimenta la desazón, la ansiedad y la pereza hasta hacerle alcanzar un nivel de desesperación que no le permite salir del círculo vicioso. 

Objetivo de la terapia

El objetivo de esta terapia de grupo es ayudarte a liberar tu potencial, a encontrar una salida curativa, a descubrir quién eres en realidad para que, al conocerte, no precises de pócimas que te adormezcan, puedas desarrollar todas tus capacidades y vivas de verdad, pues solo atravesando la jaula de los condicionamientos y descubriendo la verdad dentro de uno mismo se consigue vivir realmente.

Desaprender a consumir llevará su tiempo, ya que todo cuanto nos sucede acostumbra a estar relacionado de algún modo, a seguir un hilo narrativo muchas veces imperceptible en base al que construimos nuestro estilo de vida; pero como dijo Jorge Luis Borges «Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en el que la persona sabe para siempre quién es». 

Hemos basado este método en el descubrimiento del ser individual mediante las sesiones de grupo pues, aunque ningún ser humano es igual a otro, todos poseemos la capacidad de explorarnos y el hecho de hacerlo junto a otras personas que quieren alcanzar la misma meta es un excelente estímulo para el adicto, quien deja de sentirse un bicho raro al formar parte de un colectivo al que le une una lucha común: la recuperación.

Etapas de la terapia

La conducta adictiva parece algo muy difícil de superar, algo imposible de dejar atrás, sin embargo, es un problema muy sencillo de solventar cuando se entienden las claves que condujeron a ella. Esta terapia -que presupone compromiso de abstinencia- tiene una duración de nueve meses durante los que podrás localizar y comprender los motivos por los que bebes y conseguir, así, liberarte del alcohol.

El procedimiento se divide en tres etapas.

Primera etapa: aprender a no beber.

En esta etapa tomarás conciencia de que existe una ambivalencia, pues comprobarás que dentro de ti conviven el deseo de beber y tu firme decisión de no hacerlo.

Te darás cuentas del efecto beneficioso que causa en tu cerebro poner orden en tu vida, ya que, siguiendo los horarios y la disciplina en el cuidado de ti mismo, te sentirás más valioso.

Aprenderás a protegerte de las tentaciones, a evitar al máximo el contacto sensorial con el alcohol, con el fin de no desencadenar la necesidad de consumo.

Segunda etapa: aprender a vivir sin beber.

No hay que olvidar que dejar de beber sólo es el primer paso, el segundo es aceptar que la recuperación no elimina el deseo de consumir.

El cambio a la abstinencia traerá consigo un cambio en el estilo de vida que te llevará a abandonar costumbres y relaciones ligadas a la adicción.

Aprenderás a abrazar tu vulnerabilidad ante situaciones de riesgo, ya sean exógenas o endógenas, y a utilizar métodos para combatirlas.

Tercera etapa: consolidación.

Una vez que hayas aprendido a no beber y a vivir sin beber, tendrás que consolidar la decisión diseñando, de la mano del grupo de terapia, un estilo de vida coherente con un no adicto.

El nuevo estilo de vida tendrá unas líneas rojas muy definidas que no deberás traspasar si no quieres recaer, esas líneas son particulares y cada uno debe establecer las suyas propias.

Ya  habrás descubierto quién eres y podrás marcar el camino que de verdad deseas transitar y valorar si deseas continuar la terapia hacia nuevos objetivos o la das por concluida.

Dejar el alcohol no garantiza la felicidad, pero seguir bebiendo, cuando se ha traspasado la frontera del hábito y se ha entrado en el territorio de la adicción, es una fuente segura de infelicidad, de sufrimiento y de deterioro personal, familiar y social a todos los niveles. 

Te brindamos la oportunidad de utilizar tu pasado como una biblioteca donde consultar y no como una cárcel donde vivir, pus si miras atrás de otro modo podrás construir un una nueva vida. Italo Svevo dijo: «El pasado siempre es nuevo: recomienza constantemente conforme avanza la vida».