Mi síndrome de abstinencia: me noto leve temblor interno corporal. Tengo la cabeza lenta y embotada. Soy mas vulnerable a las emociones de los demas. Pienso en los problemas familiares y siento ganas de huir de ellos (la salida mas facil de todo esto es beber de nuevo). También estoy más irritable y provoco problemas familiares, como la pescadilla que se muerde la cola.
Mi castillo contra el sindrome de abstinencia: sé que ya sólo hay en casa una botella. Cuando llegue la voy a vaciar tirando el contenido por el lavabo. Tengo antabús y lo usaré si tengo un evento social peligroso. Huiré de ir a bares o restaurantes por el momento.
Mis armas contra el alcohol: qué podría hacer para no beber. Entretenerme, sacar al perro, hablar o escribir, coser, cocinar, centrarme en mis hijas.