Cuando empecé el programa puse una lista de motivos para dejar de beber. Ahora me doy cuenta que esos motivos se pueden agrupar en uno, el alcohol me estaba matando lentamente en todos los aspectos de mi vida, Tanto en términos de salud, como de pareja, familiares, sociales y en mi relación conmigo mismo.

Esa muerte lenta conlleva que no experimentase las emociones, ahogadas en el bar. Ahora siento genuina alegría, o tristeza, o lo que sea, sabiendo que esas emociones se pueden manejar en sobriedad, que la opción de evitarlas con bebida es nefasta. Otro gran beneficio es el cambio en las personas queridas, para ellas he vuelto y las veo más felices.