Ya sabes que desde hace un mes estoy liado en una rutina de hacer ejercicio, andar deprisa 1 hora al día es el objetivo que me he puesto. Se que tu estás encantada con que yo realice esta actividad, pero quiero contarte específicamente las razones por las que tomé esta decisión.

En primer lugar, años de abuso de la bebida han dañado mi salud. En el plano físico andar me permitirá, a medio plazo, recuperar fondo, bajar las pulsaciones del corazón y estar, en general, más en forma. Mentalmente, esa hora que paso caminando rápido me ayuda a relajarme, a dejar atrás los pensamientos negativos que tengo. En esa hora estoy centrado en andar, en respirar y en las sensaciones físicas de esfuerzo y cansancio.

Otra razón, muy importante para mantener una vida de sobriedad, es que realizar el ejercicio diario me ayuda a crear una rutina diaria, a romper con el descontrol de vida del bebedor. El ejercicio es uno de los elementos que uso para tener una vida ordenada, junto a los horarios de comidas y de acostarme y levantarme. Vivir en una rutina protectora en la que me sienta a gusto y que sea, al final del dia, gratificante.

Cuando empecé iba y volvía al trabajo andando. Ahora, en pleno verano, he tenido que ajustar el horario y voy a andar antes de ir al trabajo, normalmente de 6:30 a 7:30. Cuando bajen los calores estivales quiero retomar la rutina de ir y volver al trabajo andando.