Los días de diario, cuando salgo de trabajar me tomo unas latas de cerveza con los compañeros en el parque, algún día he empezado antes yo solo en la furgoneta; luego voy al barrio, a un bar y me junto con vecinos del barrio a beber. Los fines de semana cuando voy yo solo a hacer la compra paro primero en la churrería de mi barrio y, a la vuelta, en otro bar.

Si estoy con los vecinos o los compañeros de trabajo, simplemente charlamos, contamos chistes y miento mucho. Si estoy solo fantaseo, o escucho música imaginando que yo soy el cantante.

Ser más interesante, güay y cabal que en la vida real, me quito la sensación de fracasado.