En cuanto a mi familia, distingo a mis parejas de la familia.

En mis relaciones de pareja beber ha roto alguna, principalmente por mis mentiras y la decepción que éstas han provocado, una desconfianza absoluta hacia mi que hacía imposible mantener la relación.

También he provocado que ellas se hayan visto obligadas a mentir a mi familia y amigos para ocultar o disimular mi comportamiento. He provocado una preocupación constante en mis parejas y, sobre todo, mucho dolor.  

Con mi familia la situación ha sido de preocupación por mi estado, miedo por si alcanzo un punto de no retorno y pierdo la capacidad de parar de beber. He creado muchas tensiones 

Algunos amigos se han alejado de mi, he dejado de ser una persona en la que confiar para ellos, a otros los he defraudado y he sido yo el que me he alejado de ellos por vergüenza.

En el ámbito laboral nunca he tenido problemas, siempre he funcionado bien y he sido apreciado.

La conclusión principal que saco es que he causado mucho dolor, tanto a las personas que quiero como a mi mismo, y esto me genera mucha vergüenza y remordimiento.