MI SÍNDROME DE ABSTINENCIA

En realidad, no me siento bien desde hace muchos años, mucho antes de recurrir al alcohol. Ahora bien, cuando bebo, la ansiedad, el miedo, la depresión, la baja autoestima… cualquiera de mis sentimientos desagradables se amplifican; es entonces cuando pienso que  no voy a salir del agujero y me doy cuenta de que es porque el día anterior bebí. Soy muy consciente de esto. De lo contrario no estaría haciendo este pequeño programa (para el grupal online no tengo dinero).

Podría añadir, que  es muy muy importante, que cuando he decidido no beber, lo que me ocurre es aparentemente absurdo; el pensamiento dice “vaya tontería tomar una cerveza, qué rica…”,  y yo voy y me lo creo…  Muchas veces hago caso a ese maldito pensamiento y ¡zaska!, no ha sido una cerveza, han sido 6 o 7 sin control, a toda pastilla como cuando bebo agua. Ansiedad

MI CASTILLO CONTRA EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA

Entiendo que no debo tener alcohol en casa. Aunque también es verdad que nunca nunca he bebido licores o similar; siempre cerveza y en alguna ocasión vino rioja. En mi casa sé que hay una botella de ron y no sé si algún otro licor desde hace mil años y nunca he bebido.

MIS ARMAS CONTRA EL ALCOHOL

Lo más importante para mí es no entrar en ningún bar, darme cuenta de que al pensamiento “vaya tontería tomar una cerveza…” no debo hacerle caso; reconocer que ese pensamiento es mentira. Porque también corro peligro en el súper, donde la cerveza es muy muy fácil de comprar y mucho más barata que en un bar. 

MIS ESCRITOS

Realmente, no tengo capacidad moral para escribir a otra persona. Es muy pronto para hacerlo. Lo haré encantada cuando mi relación con el alcohol haya quedado en el pasado totalmente.