1- Me escondo de mi hijo, es mi único familiar en casa, pero cuando ya estoy ebria no controlo y él se está dando cuenta. Es horrible. Me convierto en alguien que no soy y me siento muy muy culpable porque también a mi hijo le afectaría si continúo bebiendo. No lo soporto, ni por él ni por mí.

2- Horrible también en mi vida social. No soy una persona que sale mucho, de hecho prácticamente no salgo, pero cuando bebo -siempre en el mismo bar- hablo lo que no tengo que hablar, he llegado a meterme en conversaciones ajenas. Nunca hago eso si estoy sobria. Por otro lado, mis pocas relaciones las pierdo porque no quiero que nadie me vea ebria y/o porque al día siguiente, con la resaca y el horror de haber bebido, no quiero estar con nadie. Me siento inferior a cualquiera, muy avergonzada.

3- Doy clases por mi cuenta. Ya van varias este año que las he cancelado por haber bebido el día anterior. Qué horror de nuevo.

4- No he entendido muy bien el 4. Así que escribiré lo que me salga. No quiero beber nunca jamás, es horrible, no soy yo, yo no era así, es deprimente, me llena de culpa, me hace mentir, no sé qué más escribir…. NO QUIERO ESA BASURA EN MI VIDA NUNCA JAMÁS, ME HACE MUCHO DAÑO. Venía de años de ansiedad y depresión, hago psicoterapia, ¿a quién se le ocurre beber mientras tanto?. NOOOOOOOOOO, NO MÁS CULPA, NO MÁS DAÑOS

5- Las conclusiones que saco son; al menos he escrito, no han quedado encerradas en mi mente esas sensaciones tan dolorosas, han salido en palabras, y por supuesto, el alcohol es asqueroso, por eso estoy aquí, lo quiero absolutamente fuera de mi vida. Y tengo en cuenta que hace 4 o 5 días que no he bebido, con lo cual, no estoy escribiendo desde ningún delirio, por así decirlo…