Hermann Hesse dijo: «Cuando alguien que de verdad necesita algo lo encuentra, no es la casualidad quien lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen hacia ello». Tú no estás leyendo esto por casualidad, estás buscando solución a lo que te inquieta: un consumo excesivo de alcohol. Hemos diseñado una terapia de grupo on-line para que puedas, bajo compromiso de abstinencia, poner tu deseo en palabras y convertir tus palabras en acción para construirte una mejor vida sin alcohol.

Un nuevo presente para un nuevo futuro

La base de esta terapia es la abstinencia voluntaria y consciente y tendrás éxito si haces cada día el trabajo adecuado para no beber; ese trabajo consiste en aprender a manejar las ideas de fracaso, frustración o soledad que te empujan al consumo.  La continuidad del compromiso es la mejor manera de conseguir la meta, ya que sería agotadora una terapia llena de vaivenes y recaídas en la que cada día fuera como regresar al punto de partida.

Pero la terapia solo es una herramienta, para que funcione la técnica tiene que existir el propósito de dejar de beber, la renuncia consciente y solemne de parar de beber pues es casi imposible dejar el hábito sin un compromiso formal. Lo complicado de la nueva vida no es consumir agua, sino dominar el deseo de consumir alcohol, por lo que tendrás que apartarte de tus cómplices para beber y encontrar cómplices para vivir.

La soledad que puedas sentir hasta que encuentres tu nuevo grupo social no proviene del hecho de dejar de consumir, sino que es la consecuencia de haber bebido. Es muy importante para tu recuperación que crees vínculos satisfactorios; esto no significa contar lo que estás haciendo, sino que, del mismo modo que tenías compañeros -que no amigos- de consumo, te será de gran ayuda estar al lado de personas cuyo sistema de vida sea compatible con la vida de no bebedor que deseas.

«El pasado está escrito en la memoria y el futuro está presente en el deseo». (Carlos Fuentes)

De la fantasía a la realidad

El adicto confunde la euforia con la vitalidad; estar eufórico es el resultado de ingerir etanol y entrar en una especie de estado alterado de conciencia; la vitalidad, por el contrario, es la energía que tiene una persona para vivir y desarrollarse. Lo que vas a reconquistar mediante la abstinencia es la vitalidad perdida y con ella la autoestima que, junto con el empoderamiento de sentirte libre, generarán una onda expansiva en tu mundo.

Habrá situaciones dolorosas que te aproximen al consumo, como la pérdida de un ser querido o una enfermedad, en esos momentos tendrás que fortalecer tu compromiso recordando que el alcohol no te ayudará a gestionar las emociones solo las teñirá, además, sabes de sobra que tu mejor día consumiendo es más horrible que tu más peor día estando sobrio. 

Para curarte del dolor tienes que conectar con él; el consumo de alcohol es la manera en la que el adicto grita su dolor, un dolor repleto de culpa. Te ofrecemos un sistema para que abandones la anestesia del alcohol y generes el mejor antídoto para la culpa: un cambio de vida; ponemos en tu mano las herramientas, pero el trabajo lo tendrás que hacer tú, siempre con la ayuda del grupo. Ve con calma, pero mantente fiel al compromiso. 

«Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad, lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino». (Carl Jung)

Haz tu selección

No puedes controlar las situaciones, lo que sí puedes controlar es la respuesta a las emociones y, desde ese control, conseguir cambiar la situación. Cuando las emociones te inundan dejas de ser tu mejor versión; aléjate de la situación si es que no puedes contralarla. La interpretación de lo que pasa no es la realidad, lo que ocurre es que cuando estás bebido te metes en un mundo interior creado a tu medida, solo cuando dejas de beber puedes salir al exterior y ver que cómo se proyecta tu comportamiento en el entorno.

El esfuerzo de la recuperación solo lo entiende quien lo vive, los demás no lo pueden calibrar, así que es posible que las personas que han convivido con tu yo adicto estén cansadas, desconfiadas y precisen tiempo para confirmar tu cambio; mientras esto ocurre, da valor a las cosas pequeñas y positivas que te encuentres cada día y no te hagas el valiente, este juego que has comenzado se llama vida y para vivirla tendrás que zambullirte en ella cada día.

Que no hayas podido dejar de beber hasta ahora no significa que seas un fracaso, sencillamente no sabías cómo hacerlo; a través de esta terapia de grupo comprenderás que no se debe confundir no saber hacer algo con no valer para hacerlo y te darás cuenta de que, si eres fiel a tu compromiso y sigues el método, conseguirás llevar tu vida en la dirección que has decidido. 

Ten presente y aplica la sabia regla que nos dejó el novelista Richard Yates para el bien vivir: «Saber lo que tenemos. Saber lo que necesitamos. Saber de lo que podemos prescindir».