Andrei Tarkovsky dijo: «Cada persona necesita aprender desde la infancia cómo pasar tiempo con uno mismo. No significa que uno deba ser solitario, sino que no debiera aburrirse consigo mismo porque si se aburre en su propia compañía está en peligro en lo que a su autoestima se refiere». 

Es posible que tú no solo te aburras en tu compañía, sino que en la infancia, en lugar de aprender a sentirte bien contigo mismo aprendieras a tratarte mal; no es que alguien te haya enseñado a hacerlo, es que tu cerebro registró como pudo la información y has ido acumulando en el saco de la memoria miles de ideas negativas sobre ti; de vez en cuando, tal vez muy a menudo, ese saco se te viene encima y te golpea, entonces bebes para olvidar el dolor del golpe.

¿De qué te sientes culpable?

Pero el saco regresa porque esa información está mal registrada, descolocada, y provoca automatismos en el trato contigo mismo; a través de la terapia de grupo de MMS te ayudaremos a recolocar los datos para que cambies los calificativos desagradables por otros más agradables que formarán un saco nuevo. Al principio te costará, pero te aseguro que el uso del nuevo saco repercutirá muy favorablemente en tu vida cotidiana.

Dentro de ti existe una aspiración elevada que, por alguna razón, desterraste a tu interior condenándote a la búsqueda de gratificaciones sustitutorias instantáneas como el abuso de alcohol, ese saco que se te viene encima está cargado de culpabilidad porque permanentemente estás enjuiciando el hecho de haber enterrado tu propósito. 

La culpa y el castigo van de la mano y te castigas justo donde tienes culpa. Mira dónde te torturas y debajo encontrarás la culpa. Has trasgredido o crees haberlo hecho una norma ética y no aceptas el transgresor que hay en ti; pero ese transgresor tiene muchas habilidades y se trata de canalizarlas y utilizarlas de manera beneficiosa. 

Tienes que cambiar la visión de esa parte tuya para integrarla y equilibrarte. Si te unes a nosotros y mantienes la abstinencia, recuperarás tu esencia. Tú te has creado como has podido, ahora estás aquí para aprender a mirarte, es muy importante que te mires y te hagas responsable de tu propia creación porque así podrás cambiar lo que consideres necesario. Lo primero de todo es desdramatizar, aceptar la situación, ponerle conciencia mediante el descubrimiento de las razones que te llevaron a consumir, conocer tu sombra es la clave para convertir tu infierno en un cielo.

Conciencia de ti mismo

Robert A. Johnson dijo: «El cielo y el infierno solo están separados por un acto de conciencia». Cuando aprendas a relacionarte con tu sombra de manera adecuada, algo que podrás hacer en las sesiones de grupo, un espacio libre de juicios donde todos ayudamos a todos, reestablecerás también el contacto con esas capacidades que quedaron ocultas en tu adicción y que, muy posiblemente, hayas estado buscando en otras personas creando, así, relaciones de dependencia.

Al compartir tu mundo interno no dejarás de tener miedo, pero conseguirás que este no te paralice, pues aceptar e integrar la sombra que te pueden proyectar los demás es otra forma de conocer la tuya. Te ayudaremos, también, a utilizar la imaginación por la vía creativa de la escritura y el orden, de manera que vayas perfilando tu nueva imagen, de este modo tu vida adquirirá un propósito ya que, si no se hace nada, la vida resulta complicada y provoca fragilidad emocional. 

Una herramienta muy importante es crear un cuarto de los problemas y un cuarto de la paz, ambos con puertas de entrada y salida, y aprender a moverte de uno a otro mediante la respiración consciente, esto es acompasar la respiración de manera voluntaria en lugar de respirar de forma automática; de esta forma podrás apartarte de ellos cuando te agobien y relajarte para no estar sobre activado y, por lo tanto, en riesgo de recaída.

La dictadura de las emociones

Descubrirás que ese saco está lleno de emociones que te han acompañado durante mucho tiempo y las consideras amigas cuando en realidad no lo son, tal vez estabas camuflando en un solo tema todos tus miedos y todo tu dolor para, de esa forma, sentir que podías controlarlo. Ahora toca que tomes conciencia de quién eres, ha llegado la hora de tratarte bien, de mirarte desde fuera y dejarte ir con el ritmo que quieras marcar, de transformar tu dolor en tu mayor potencial de vida.

Jung tenía la teoría de que el hombre desarrolló la conciencia porque se dio cuenta de que, de otra forma, las emociones lo empujaban hacia donde ellas querían, y lo sintetizó en esta frase: «Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma. Aquello a lo que te resistes, persiste».