Todos somos seres humanos fraccionados por diversas experiencias y pasamos la vida en un intento de consolidación de nosotros mismos, pero siempre existen grietas; lo difícil es aprender a vivir con ellas y convertirnos en unos seres moderadamente sanos. Nada hay que nos aleje más de ello que la adicción porque cuando te «colocas», de descolocas.

A través del consumo tratas de evitar el duelo consciente de ese gran dolor que tienes, pero si estás buscando ayuda ya has sufrido el choque con la realidad, muy probablemente en forma de depresión o, tal vez, te hayas asustado de tu manera de reaccionar, lo cierto es que has tomado conciencia de que mirar para otro lado no soluciona tu vida.

MMS ha diseñado una terapia de grupo on-line que te ofrece la posibilidad de recuperación a través del autoconocimiento, pues creemos que para resolver una adicción es más importante comprender quién eres que perseguir lo que crees que deberías ser; la finalidad es que te encuentres bien contigo mismo, pues puedes ir de acá para allá, pero mientras no estés bien contigo nada de lo que hay a tu alrededor lo estará. 

Aprovecha tu tiempo

En palabras de Jack London: «La función del ser humano es vivir, no existir. No voy a gastar mis días tratando de prolongarlos, voy a aprovechar mi tiempo». 

Cuando alguien está tendido sobre la mesa de un quirófano bajo los efectos de la anestesia, no está viviendo realmente, respira y tiene sus funciones vitales activas, pero no está viviendo. Eso mismo pasa cuando estás bajo el efecto del alcohol; tu voluntad queda en manos de una sustancia y tu tiempo se diluye en la bebida, de hecho, pocos recuerdos de los momentos de embriaguez quedan archivados en tu memoria, y los que quedan suelen ser ingratos.

Pedirte que mantengas la abstinencia durante los meses que estés en terapia no es un capricho, simplemente sabemos que es la única manera de que tu auténtica personalidad tome las riendas de tu vida y, con ello, tengas conciencia de tu tiempo y de tu realidad y puedas echar una mirada limpia de alcohol a tu pasado para recolocar tu presente y construir tu futuro.

Y dejarás de mirar atrás

Como decía Papini, el destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad; tendrás que poner mucho de tu parte para conseguir recuperar la vida. La constancia, el orden y el compromiso contigo mismo y con el grupo serán herramientas muy poderosas para tu recuperación. Trabajando en la reconstrucción tu mirada se enfocará cada vez más hacia el futuro y sabrás que estás en el camino correcto porque un día dejarás de mirar atrás.

Estás buscando la solución en el pasado, pero solo la encontrarás dentro de ti. Julio Verne dijo: «El viaje más maravilloso no es al centro de la tierra o a los confines del universo, si no al fondo de uno mismo»

En las sesiones de terapia te conocerás a ti mismo e, incluso, te reconocerás en la voz de tus compañeros, pero será con el fin de que aprendas a utilizar el pasado como trampolín y no como sala de estar. Ver tu evolución y la de quienes te acompañan en este viaje de reencuentro con la parte más verdadera de uno mismo hará que no te sientas solo en el camino y la energía que genera esa unión será la más potente de las medicinas para tu sanación.

Quítate la venda

El dolor lleva al consumo y el consumo desenfoca la mirada hacia la vida, posiblemente hasta nos anula la visión y nos hace vivir como ciegos sin perro guía. Mediante la terapia de grupo de MMS todos ayudamos a todos a analizar el pasado, a entender los motivos de la adicción y a desenredar la madeja que ha tomado forma en nuestras cabezas y en nuestros corazones.

Milan Kundera lo dice de esta forma tan bonita: «El hombre atraviesa el puente con los ojos vendados. Sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar al pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido». 

Tú también podrás comprobar que poco a poco, con cada palabra, con cada rutina, con cada nueva forma de ver el mundo, irá sanando la herida; la cicatriz quedará y servirá para que recuerdes dónde dolió y no regreses a ese lugar, pero también para que nunca olvides el trabajo que has hecho para curarte, recuperar tu vida y enfocar de nuevo tu mirada.