El punto de inflexión que lleva al adicto a buscar ayuda es sentir que ha tocado fondo, pero el fondo no es igual en todos los casos; hay infinitas razones para decidirse a probar la abstinencia y todas válidas. No obstante, se llega a terapia con ideas indefinidas de por qué se bebe y de qué es lo que se quiere conseguir con la recuperación.

En MMS sabemos que toda adicción proviene de una desconexión con uno mismo que sucedió en un momento determinado del pasado, un trauma sin identificar y sin resolver; también sabemos que la manera de recuperarse de la adicción es localizar el dolor, verbalizarlo y trabajar para sanarlo.  

Para eso hemos elaborado una terapia de grupo on-line para dejar de beber en la que lo que nos importa no es la cantidad que consumes ni si se percibe socialmente cuando estás ebrio, lo que nos importa es que identifiques el porqué bebes y qué es lo que crees que resuelves cuando consumes para ayudarte a buscar la manera de sustituir la adicción por actividades favorables para tu cuerpo y para tu alma.

Si crees en ti, el mundo es un lugar seguro

Consumir era la manera que tenías de armonizar con otros bebedores, tal vez ni siquiera te apetecía, pero decir NO generaba un problema. En MMS te pedimos abstinencia durante el tiempo que dure la recuperación porque sabemos que los circuitos de tu mente han de estar secos para contemplar la vida desde otra perspectiva.

Te ayudaremos a curar el instinto herido poniendo unos sólidos límites al consumo y practicando el ofrecimiento de unas firmes y, a ser posible, generosas respuestas que no cedan a la tentación. El grupo de apoyo te dará fuerza en tanto en cuanto te sentirás perteneciente a un colectivo que te ayudará a enfocarte hacia situaciones que no conllevan consumo de alcohol.

En las sesiones, mediante la palabra, aprenderás a identificar los riesgos y sabrás que en tus compañeros de terapia tienes una gran ayuda; mediante la puesta en común de las experiencias adquirirás herramientas para elegir a tus cómplices de abstinencia y alejarte de quienes tiran de ti hacia el consumo. 

Poco a poco irás obteniendo seguridad en ti y te sentirás más fuerte y capaz de afrontar las cosas de la vida; y es que el grupo es un gran instrumento de sanación porque como decía William Arthur Ward: «Cuando tratamos de descubrir lo mejor que hay en los demás, descubrimos lo mejor de nosotros mismos».

El maravillo arte de no tener expectativas

Para coger el camino adecuado es muy importante saber hacia dónde quieres ir; pero tener proyectos no es lo mismo que tener expectativas; si te embarcas para llegar a un puerto determinado has de ser consciente de que no eres adivino y no sabes lo que va a ocurrir en el viaje, lo único que tienes que tener claro es que harás todo lo que esté en tu mano para solventar los problemas que vengan y conseguir llegar al lugar al que has decidido ir.

A veces se aterriza en terapia con el deseo de dejar de beber para conseguir, como premio, cualquier otra cosa que nada tiene nada que ver con la abstinencia. Esto es un gran error, pues la terapia no es un método para conseguir un buen trabajo o una pareja perfecta, la terapia de grupo de MMS está diseñada para dejar de beber, sencillamente, esa es la meta, conseguir convertirte en alguien que no bebe.

Es cierto que cuando tu mente esté libre de alcohol tu manera de gestionar las cosas será diferente y, por lo tanto, el resultado de cuanto hagas también lo será, pero no instrumentalices la terapia. La abstinencia es el objetivo y tendrás que trabajar para ello. No permitas que las expectativas te corten las alas.

No solo eres adicto cuando estás bebido

Lo primero que tienes que hacer es limpiarte de alcohol, mantener la abstinencia, después organizarás tu vida. Seguramente te imaginas que tras la resaca todo se resuelve con una buena ducha, pero no es así; el alcohol no se va de tu mente por arte de magia y, a pesar del perfume, la adicción es un monstruo que absorbe todas las horas del día.

Muchos de tus problemas han derivado de la bebida, no querías beber, pero lo hacías. Si beber causó los problemas, aprender a vivir manteniéndote sobrio será la solución. Mediante la abstinencia podrás hacer las cosas que dependen de ti para no beber y te sentirás triunfante cuando te puedas decir a ti mismo «no bebo porque, libremente, he decidido no hacerlo»

Puedo garantizarte que la abstinencia te dará muchas cosas, pero sobre todo tiempo, ese tiempo que perdías anestesiándote, también capacidad para trazar caminos nuevos hacia futuros posibles y mucha fuerza para buscar soluciones en lugar de empapar los problemas con alcohol. Aparentemente nada cambiará, sin embargo todo será distinto. En eso consiste el discreto encanto de la abstinencia.