Parece que cualquier fiesta animada no sería tal si no hay alcohol. Siempre está presente el convencimiento de que los productos alcohólicos ayudan a desinhibirnos, a convertirnos en el “alma de la fiesta”. En realidad, el consumo del alcohol podría convertirnos en la mayor vergüenza de la fiesta. Si nos excedemos podemos desencadenar situaciones que, si las viésemos al día siguiente con la cabeza sobria, seguramente nos avergonzaríamos. Pero entonces, ¿cómo podemos socializar sin beber alcohol?

En primer lugar deberíamos desechar la idea de que cuanto más alcohol más aumenta el ambiente festivo. No tiene por qué. Tomar alcohol no va a conseguir que bailes mejor o que aumenten tus dotes de animador. Esta no debe ser la solución para mejorar tu personalidad y hacerla más atractiva. La primera premisa es que debes aceptarte como eres y que los demás te acepten así. La clave está en el nivel de autoconfianza que tengas, y varios vasos de alcohol no lo van a remediar.

Problemas sociales


Es muy probable que al día siguiente compruebes que haberte pasado con los tragos alcohólicos no haya compensado. ¿Te llegas a acordar de lo “bien” que te lo pasaste anoche? La pérdida de memoria es uno de los síntomas del alcoholismo. Ya no sólo eso, sino que su consumo constante haya derivado en otras consecuencias mucho peores: dolores de cabeza, mareos, vómitos… Por no hablar de enfermedades graves como la cirrosis, anemia o incluso cáncer. Estos son los efectos del alcoholismo que debes de tener en cuenta.

Sin embargo, cuando a alguien que sufre de adicciones al alcoholismo le invitan a una fiesta se enfrenta a una dura cuestión: ¿querrán mis amigos seguir saliendo conmigo si no bebo alcohol? Créenos que este debe ser el menor de tus problemas. A este respecto un poco de egocentrismo debería ser preferible. Piensa en ti mismo y en tu salud antes que en lo que digan los demás.

Es complicado que los ex alcohólicos no beban en un entorno social que sí lo tiene por costumbre. Es fundamental que tengas fuerza de voluntad, en tu mano está la decisión de dejar de beber. Pasar por el duro proceso del síndrome de abstinencia implica renunciar a ese “ritual” social de beber entre amigos. Y si esto es lo único que te unía a dicho círculo social, eso quiere decir que ese entorno no es para ti.

Durante tu rehabilitación del alcohol es cuando te des cuenta de que muchos acontecimientos sociales giran alrededor de esta clase de bebidas. Parece que allá donde vayas sólo hay alcohol. Es una visión muy habitual de aquellos quiénes están tratando de dejar este tipo de adicciones, lo que quiere decir que vas por el buen camino. Esto no quiere decir que debas de dejar de ir a las fiestas a las que te inviten. O quizás sí. Pero antes de decidirte debes hacer una evaluación de ti mismo y valorar las alternativas.

Cómo enfrentarse a los eventos


Muchos profesionales aconsejan planificarse previamente antes de ir a un evento. Debátete contigo mismo si es una fiesta importante a la que acudir y si te interesa. Si sabes que esa fiesta va a depender del alcohol, que vas a ver continuamente a los invitados tomar productos alcohólicos, tampoco se va a detener el mundo por que no vayas. No hay necesidad de que pases por situaciones incómodas o por pruebas innecesarias si no estás suficientemente fuerte. Quienes te conocen saben por lo que estás pasando y no te van a recriminar nada. Es más, valorarán tu decisión. Es mejor que te tomes un tiempo para ti y adaptarte a la situación.

Si finalmente decides ir, es innegable que se te va a hacer cuesta arriba ver cómo rondan los vasos por la barra. Pero esto se te va a hacer menos difícil si vas acompañado de alguien que tampoco bebe. Es mejor estar rodeado de compañías afines a ti, que te apoyen en ese momento, con las que brindar con un buen vaso de refresco o zumo. A su lado te garantizas no sentirte el “bicho raro” y que nadie te va a reprender por no beber alcohol. Debes escoger tu bebida No alcohólica para las fiestas y reuniones sociales y ser fiel a ella. Lleva tu decisión tomada desde casa.

¿Piensas que en esa fiesta no habrá otra cosa que alcohol pero no quieres dejar de ir por nada del mundo? Pregunta si hay otras opciones como cerveza sin alcohol o agua con limón. Otra opción es llevarte tus propias bebidas. No te preocupes por el qué dirán. Primero eres tú y luego los demás. Es importante llevar algo en las manos para que la situación se te haga menos rara. Y si no, una tapa o un canapé. Comer un aperitivo es una buena alternativa. Es otra forma de enfrentarte al alcoholismo sin dejar de socializar.

Trata de que el alcohol no ocupe tu mente y quítatelo de la cabeza. Una buena alternativa para huir del alcoholismo es socializar, pero en el ambiente adecuado. Únete a conversaciones que te puedan interesar y que te resulten interesantes. Esto te mantendrá ocupado, con la cabeza lejos de la barra. Y si no se da esa ocasión, busca al anfitrión. Pregúntale si necesita algo, si puedes ayudarlo. Hazlo con cordialidad y gusto, ya que muchos anfitriones rechazan la ayuda por decoro.

Habrá invitados que te pregunten por qué no bebes. Si no quieres dar explicaciones o insisten en que tomes de su copa, es mejor que te vayas. «Quien evita la ocasión, evita el peligro». Despídete cordialmente del anfitrión y de los invitados más cercanos a ti.

Si has comprobado que nuestros consejos te han ayudado, no dejes que otros síntomas del alcoholismo cobren fuerza en ti. Ponte en contacto con MMS, un centro de rehabilitación del alcohol online que te mostrará el camino para dejar de beber o para darte una pausa larga. De esta forma dominarás la situación y podrás hacer lo que tú quieras, y no lo que marque el entorno social o laboral.

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