Cuando el alcohol llega a tu vida y se instala en ella, hay que saber cuándo ponerle freno para evitar que tenga consecuencias negativas en el futuro más inmediato. Por ello, dejar de beber se convierte en esencial para recuperar la vida anterior, aquella que anhelas y que no estaba empañada por el alcohol.

Se trata de un proceso complejo, pero no por ello imposible. Es más, actuar a tiempo te ayudará a contener el avance de la enfermedad y lograr erradicarla. La familia juega un papel esencial, en muchos casos son ellos los que dan la voz de alarma y, eso mismo, te permite tomar conciencia y actuar de forma inmediata.

La prevención es la clave. ¡Pide ayuda!

No debemos olvidar que la prevención es la clave. Actuar de forma precoz resulta decisivo. Si te encuentras en una situación en la que recurres al alcohol en más ocasiones de las que te gustaría, es el momento de tomar la iniciativa.

Luchar contra esta enfermedad no es nada fácil, ya que los estereotipos y prejuicios que se le asocian lo convierten en un proceso arduo y, una vez superada esta barrera, será el punto de partida hacia la consecución de tu objetivo prioritario: dejar atrás la bebida y que esta no forme parte de tu día a día. Pedir ayuda es el primer paso y, permíteme decirte, que quizás sea el más importante, sin desmerecer, por supuesto, todo el camino que queda pendiente por recorrer.

A esto se le añade otro factor limitante, la vergüenza ante el reconocimiento de dicha enfermedad. Esta circunstancia puede motivar a muchas personas a seguir escondidas y no pedir ayuda. Gracias a la terapia de grupo online esto desaparece, puesto que se mantiene el anonimato. De este modo, para muchas personas es mucho más accesible y factible llegar al final del proceso con éxito.

Trastorno por consumo de alcohol

Con este trastorno nos referimos a que entre tus hábitos diarios está presente el consumo constante de alcohol y a que si no se le pone remedio, se convertirá en una enfermedad: el alcoholismo.

¿Cómo saber si padeces este trastorno? Para dar respuesta a esta pregunta conviene que atiendas a la concurrencia de estos síntomas:

– Vives con ansiedad por beber.

– Después de consumir alcohol sientes que no tienes el control para parar de beber.

– Cuando no estás bebiendo estás irritable, irascible, colérico y con un deseo irrefrenable de beber.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

No todas las personas padecen las enfermedades de la misma forma, de igual modo que no actúan igual ante determinadas conductas. ¿Existen entonces ciertos factores que condicionan a un determinado grupo de personas a beber más impulsivamente? La respuesta es afirmativa. A continuación, te mostramos los distintos factores de riesgo que inciden directamente sobre la ingesta de bebidas alcohólicas.

Factores genéticos

Cada vez son más los estudios científicos que ponen de manifiesto que hay personas con mayor predisposición a sufrir esta enfermedad.

Aparte de los genes de cada persona, hay otro elemento importante. ¿Es hereditario el alcoholismo? Es una pregunta compleja que no puede responderse desde el sí o el no, va mucho más allá porque entran en juego distintos factores. Sin embargo, sí es determinante tenerlo en consideración porque puede afectar directamente.

Factores psicosociales

¿Qué papel desempeña la sociedad? El contexto laboral, familiar, el grupo de amigos y la sociedad en general influyen de manera inequívoca en todas nuestras acciones. Ser consciente de ello y actuar desde la conciencia es positivo para el fin que nos ocupa.

En la sociedad actual se ha normalizado el consumo de bebidas alcohólicas, aunque si echamos la vista atrás hemos avanzado de manera notable. Los menores de edad no pueden acudir a comprar bebidas alcohólicas, aunque los cientos de botellones que vemos a diario restan credibilidad al asunto y ponen de manifiesto la necesidad de seguir trabajando para alejar a los jóvenes de esta práctica. Pese a que a priori parezca inofensiva, puede comportar nefastas consecuencias. Una de ellas es el alcoholismo.

La sociedad avala, de forma indirecta, el consumo de alcohol. Lo constatamos en hábitos normalizados como:

– Salir a tomar una copa.

– Compartir unas cervezas.

– Ahogar las penas en una copa de vino.

Estas afirmaciones, y otras muchas, son aceptadas con total naturalidad, sin tener en cuenta qué supone para la persona que está viviendo bajo esta enfermedad.

Factores ambientales

Otro de los factores que juega un papel decisor es el entorno, el contexto en el que vives. Por ejemplo, ¿estás rodeado de personas que recurren al alcohol con cualquier excusa? ¿Padeces mucho estrés en el trabajo? ¿Sufres de baja autoestima? Todos estos elementos suman. Ser consciente de ello y actuar en consonancia te ayudará a alejarte de aquello que no deseas. En definitiva, te posibilitará dejar el alcohol.

Encontrar apoyo y sostén en un grupo online para alcoholicos puede ser la única solución para muchas personas. Gracias a tu determinación y a este tipo de terapias es posible dejar de beber.