Aunque hayas decidido parar de beber el mundo va a seguir ofreciéndote alcohol. Saber rechazar un trago es ir un poco más seguro por el camino de la abstinencia. La fuerza de voluntad no es suficiente. Es mucho mejor saber cómo se hace, seguir un método.
Aquí te explico unas estrategias muy sencillas y útiles para estar protegido y no caer en tentaciones.