Sé cómo te sientes con tu adicción al alcohol, y por eso sé que necesitas tener claras algunas ideas y pautas de autoayuda para dejar de beber. Contar con el respaldo de gente capacitada que te entienda y sepa ayudarte es esencial.

¿Quieres dejar el alcohol? Está en tu mano si sabes cómo, de verdad estás decidido a hacerlo y tienes el respaldo necesario. Por ejemplo, puedes tener en cuenta la terapia de grupo online para dejar de beber en la que participo.

Las consecuencias del alcohol

Los aspectos negativos del alcohol los conocemos todos, pero a continuación vamos a considerar algunos de estos efectos que, evidentemenete, no son beneficiosos para nadie.

1. Problemas de locomoción

Cuando bebes alcohol, este influye enormemente en la zona cerebral que rige tu motricidad. Por ello, cuando vas borracho puedes tropezarte, desequilibrarte y caerte con frecuencia, además de que tus reflejos se reducen.

¿Crees que, de este modo, puede salir algo bien? Si en vez de un ser humano fuera una máquina la que se comportase así, imagínate un ordenador o un robot, pensaríamos que se encuentra estropeado.

Por otra parte, si sintiéramos eso mismo sin haber bebido, acudiríamos rápidamente al médico en busca de un remedio, pues pensaríamos que hemos enfermado.

2. Dificultades al hablar y decidir

Las personas que han bebido no articulan ni pronuncian correctamente las palabras. Se atascan, alteran la fonética, adoptan una musicalidad característica… El área del cerebro que gestiona el habla se ve alterada por el alcohol.

Sin embargo, la cuestión es más grave todavía: esta misma zona es la que nos permite pasar del pensamiento abstracto al concreto. Gracias a ello, comprendes el mundo y puedes explicarlo.

Dicho de otro modo, cada vez que bebes alcohol estás limitando tu capacidad de desenvolverte con éxito y llevar a cabo estrategias acertadas. Ni te proteges frente a las posibles amenazas ni vas a ser capaz de alcanzar tus objetivos vitales.

Conozco a muchos alcohólicos a los que, en este estado, una sucesión de malas decisiones les han destrozado la vida.

3. Pérdida de memoria

Después de una noche o una jornada de excesos alcohólicos, lo normal es no acordarse de nada. O de muy poco. Quizás alguna imagen aislada permanece en tu memoria, pero la mayor parte de lo que hiciste ha desaparecido. Es como perder a trozos la vida.

Si te ocurriera de repente, te asustarías muchísimo y pedirías auxilio a un especialista médico en trastornos mentales. Sin embargo, en el contexto del alcohol se tiende a normalizar estos hechos. Simplemente porque nos ha ocurrido a casi todos en alguna ocasión.

4. La devastadora resaca

¿Quién no ha tenido resaca alguna vez? Yo también, por supuesto. Así que, no nos engañemos, todos la reconocemos en carne propia o en la de los demás cuando sucede.

Las sensaciones corporales que experimentas durante la resaca son muy desagradables. ¿Sabes por qué se producen? Por un síndrome de deshidratación severo. El cerebro no es capaz de distinguir el agua del alcohol y pone en marcha los recursos para eliminarlos a ambos.

¿Eres consciente de que morirías si estuvieras más de 72 horas sin beber? Sin alimento podrías aguantar más de una semana, pero sin agua…

Piensa ahora cómo reaccionarías si tuvieras resaca sin haber bebido alcohol. Yo pensaría que me han envenenado, ¿y tú?

Una peligrosa minimización

¿Por qué toleras todos estos efectos tan desagradables y alarmantes después de haber tomado alcohol, si en condiciones normales te asustarías muchísimo y acudirías a especialistas de la salud? Porque los relativizas y minimizas al asociarlos a una borrachera.

Efectos mentales del alcohol

Estoy seguro de que sabes que beber alcohol produce cambios en la mente y el carácter. Por ejemplo, ser más desinhibidos, pero el precio de estas modificaciones es muy alto.

Una de las peores consecuencias es que nos volvemos ciegos e irresponsables ante nuestros actos. Incluso durante la abstinencia seguimos pagando por ello.

¿Por qué nos ocurre? Porque el cerebro, afectado por el alcohol, ha perdido la memoria y el pasado es fundamental para proyectarnos hacia el futuro. En realidad, el cerebro se apoya en la memoria para millones de operaciones de las que nos somos conscientes.

Si las experiencias vividas están distorsionadas por las drogas, en este caso el alcohol, las proyecciones de futuro también. El resultado es una absoluta desvinculación y desconexión con lo real, lo objetivo y lo cierto. El bebedor intenta vivir en el mundo que le gustaría, pero no existe. Por eso, sus decisiones son nefastas.

Sobre las emociones

El alcohol deprime enormemente el sistema nervioso. Así, te vuelve más vulnerable y tiendes a la depresión. Al mismo tiempo, incrementa la intensidad de las emociones que te aislan, como el miedo y la rabia.

¿Cuál es la buena noticia? Que la abstinencia revierte estos efectos y, con un cambio de vida, se pueden evitar las recaídas. Súmate al autoauyda para dejar de beber antes que es demasiado tarde y todo mejorará para ti. Lo sé por experiencia, porque practicamos la autoayuda para dejar de beber.